La oferta académica del DIM está alineada con el esquema descriptivo integrador del dominio de una lengua extranjera para hablantes no nativos propuesto por el Marco Común Europeo de Referencia (MCER).

Desde su primera publicación en 2001 y sus posteriores actualizaciones, el MCER se ha constituido en un vehículo para fomentar la calidad en la enseñanza y el aprendizaje de segundas lenguas o lenguas extranjeras. Su objetivo es mejorar la transparencia y la coherencia entre el currículo, la enseñanza y la evaluación dentro de una institución, así como la transparencia y coherencia entre instituciones, sectores educativos, regiones y países.

Dicho marco se expresa en un conjunto de niveles comunes de referencia. Los niveles A, B y C corresponden a nivel básico, independiente y competente, respectivamente. Para ubicar aún más específicamente las competencias lingüísticas de un hablante, también propone tres subniveles o niveles plus: A2+, B1+ y B2+. El MCER incluye 18 lenguas europeas (alemán catalán, danés, español, euskera, finés, francés, gallego, griego, holandés, inglés, italiano, luxemburgués, noruego, polaco, portugués, ruso, sueco), una asiática (chino mandarín) y una construida (esperanto). Adicionalmente, provee una serie de equivalencias entre los distintos exámenes internacionales estandarizados para la medición de dichas competencias lingüísticas.

De hecho, el MCER se concibe como mucho más que un conjunto de niveles comunes de referencia (desde A1 hasta C2) por su visión del/la usuario/a y/o aprendiente como un/a agente social, que co-construye el significado en la interacción, y por las nociones de mediación y de competencias plurilingüe/pluricultural. El éxito del MCER radica precisamente en englobar valores educativos, un modelo claro de competencias relacionadas con la lengua y su uso